Casa para un fotógrafo
La casa se plantea como un volumen compacto que gira buscando el eje norte-sur. El emplazamiento es plano y no ofrece vistas, hay que crearlas allí. Para ello la caja se rompe buscando ejes de visuales con árboles, plantas autóctonas, la piscina… Una respuesta diferente de la fachada para cada orientación. En el interior las habitaciones, baños, cocina se unifican en un volumen, mientras que el resto es un espacio único a distintos niveles. La sección en chimenea, los planos horizontales volados protegen del duro soleamiento. Las pieles interiores son de terrazo, madera reciclada, paramentos blancos…Algunas imágenes fotográficas pueden integrarse en la envolvente. Por la tarde, una rasgadura en la parte alta colorea el espacio interior de la casa.
Alicante 2003
Superficie: 150 m²
Arquitecto: Daniel Carratalá